!DOCTYPE html PUBLIC "-//W3C//DTD XHTML 1.0 Strict//EN" "http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-strict.dtd"> inter shitty 2073: Terror en los ultramarinos

inter shitty 2073

El blog las verdades relativas, las reflexiones estúpidas y las referencias idiotas. Donde las cosas se aprenden desordenadamente.

28.9.06

Terror en los ultramarinos


T.S. tiene todo planeado para el viaje a los estudios de Universal en Florida donde presumiblemente pedirá la mano de Brandi, su novia. Justo cuando el popular tiburón robótico spilgberiano salte del agua con sus mandíbulas abiertas. Una de las ideas más románticas que he oído en mi vida. Sin embargo, Brandi no puede cumplir su compromiso, pues tiene que sustituir a la chica participante en el concurso televisivo que su padre dirigirá esa misma tarde. La concursante original ha muerto la noche anterior haciendo largos en la piscina. A T.S. se le ocurrió comentar que las cámaras de televisión engordan diez kilos y, por lo visto, la pobre sufría de un terrible problema de sobrepeso en su niñez. Por supuesto, a T.S. no le hace ni puta gracia que el padre de su novia se salga con la suya y desbarate su esperado fin de semana en Florida. Brandi, harta del egoísmo de T.S, decide mandarle a freír espárragos. Pobre T.S, sin viaje a Florida y sin novia.


El problema de René con Brodie, su pareja, es totalmente diferente. Brodie es, sin más, todo lo opuesto al romanticismo. No piensa en otra cosa que en comics, videojuegos y rascarse la barriga. Muchos de ustedes se preguntarán que qué es lo que eso tiene de malo. Pues bien, amigos, os contaré una cosa... a la mayoría de las chicas eso no les gusta. A veces, también les gusta hacer cosas más de chicas. Por eso Brodie, igual que su mejor amigo T.S, se queda esa misma mañana descompuesto, sin novia y con una lista de razones nada alentadoras en las que René explica los motivos de su decisión. A ningún macho cabrío como a Brodie le hace gracia que se le ataque a su masculinidad.



Una vez los dos juntos no se les ocurre otra cosa que pasar el día en su templo de ocio y placer, el centro comercial. Ellos son mallrats, las ratas del centro comercial. Adolescentes desmotivados, vagos y sin nada mejor que hacer que andar por ahí tocando los cojones de aquellos que casi pasan tanto tiempo en el centro comercial como ellos, los que allí trabajan. En una tarde inolvidable, la pareja de protagonistas tratarán de enderezar sus relaciones sentimentales en el destino de ocio preferido por el adolescente occidental. El centro comercial, ese centro social, templo del consumismo, donde uno se puede comprar un cómic, algo de comer, ir al cine, presenciar un programa de televisión en directo o, sin más, pasar la tarde haciendo el gandul con tus semejantes.


Mallrats fue la segunda película de Kevin Smith y ese factor fue uno de los mayores problemas con los que contó la primera película de estudio del director que estos días monografiamos en el 2073. Después de Clerks, hito del cine indie americano de los 90, críticos y fans esperaban ver en Mallrats el Pulp Fiction de Kevin Smith. Al contrario que a su compañero de generación Tarantino, para Smith su segunda película supuso un tropezón en su carrera. Porque Mallrats es básicamente diversión, un puzzle de chistes ambientados en el centro comercial, pilar maestro de la diversión de la muchachada yanqui. Una película de sobremesa o de noche sin nada mejor que hacer para echarse una risas en compañía de los colegas y también, si acaso, de alguna sustancia dopante. Mallrats en esencia es un monumento fílmico al tipo de personajes que retrata. Una película sin ambición ninguna. O con la única ambición de hacer reír (lo cual ya tiene mérito si se consigue).


La producción de los estudios Universal fue el otro gran problema con el que Smith tuvo que lidiar. El director nunca había trabajado con las exigencias de una productora que, por otra parte, estaba dispuesta a invertir seis millones de dólares en el proyecto (250 veces el presupuesto de su autoproducida Clerks). Para "intentar llegar al mayor número de gente posible" Smith tuvo que reducir el número de fucks y bajar el tono de incorrección que envolvía el guión. Además de pelear con uñas y dientes para conservar la participación de su amigo y pareja artística Jason Mewes (el Jay de Jay y Bob el silencioso). Universal no entendía la necesidad de meter un amiguete sin credenciales muy alejado de lo políticamente correcto. Smith tuvo que pagar las dietas de su colega hasta que la productora acabó cediendo. Su público jamás hubiera entendido que se hubiera sustituido a su "media naranja hetero" por cualquier otro actor.

La película fue un fracaso estrepitoso. En su primera noche se proyectó en 650 salas y facturó 450.000 dólares. El diagnóstico fue de siniestro total.



La estupenda presentación homenaje a las portadas de comics book de superhéroes, la participación del genial y por aquel entonces completamente desconocido Jason Lee o el divertido homenaje al final de American Graffiti al ritmo de Susanne de Weezer son algunos de los puntos más favorables en los que ahora puedo pensar para aquellos que vieron la película y les pareció un coñazo. A un servidor la cosa le hizo bastante gracia y la encuentra bastante educativa. Entre otras cosas nos enseña lo incómodo que es follar en la parte trasera de un Volkswagen. Además, en mi opinión, el guión funciona perfectamente para lo que pretende ser: una divertida película adolescente. Están los buenos, los malos, los colegas de los buenos, las chicas, el escenario y los típicos personajes que parecen sustituibles pero que desempeñan un papel importante en el desenlace. Como dijo mister horrorscope en los comentarios del primer post relativo a la filmografía de Kevin Smith, la película quedará pronto, si es que no lo está, desfasada; pero yo tampoco creo que me canse de verla. Por cierto, tampoco yo soy capaz de ver el puto barco de vela.

4 Comments:

At 10:15 p. m., Blogger Mycroft said...

Me da la impresión de que se lo pasaron pipa haciendo la peli. Pero yo no me lo pasé pipa viéndola.

 
At 10:24 p. m., Blogger lutxo said...

joer, mycroft, ya lo siento que le estoy dando la semana con tanto hablar de Kevin Smith... jejeje

De todas formas, con los tipos de la universal pululando por la grabación no creo que se lo pasaran demasiado bien...

Un abrazo

 
At 9:28 a. m., Blogger Antonio said...

Señor Lutxo, varias cosas

1.- Muy grande su dedicación a Kevin Smith. Todavía no he visto Clerks II, aunque tengo mucho temor, dado que sus últimas aventuras no han sido de mi agrado, aunque si lo son las primeras.

2.- Ya le he enlazado en mi bitácora caballero

 
At 1:15 p. m., Blogger Horrorscope said...

¡Dichoso barco de vela!
Con respecto al fracaso taquillero de "Mallrats", le pasó algo parecido que a "Donnie Darko"; no tuvo tirón en la gran pantalla, pero tras su estreno en videoclub se convirtió en una irremediable obra de culto. Lo dicho, no creo que me canse de verla por muy desfasada que se quede.

Mycroft, ya queda poco para que cese su agonía :P.

 

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