!DOCTYPE html PUBLIC "-//W3C//DTD XHTML 1.0 Strict//EN" "http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-strict.dtd"> inter shitty 2073: La reina murió (o al menos debió morir) hace yo veinte años:

inter shitty 2073

El blog las verdades relativas, las reflexiones estúpidas y las referencias idiotas. Donde las cosas se aprenden desordenadamente.

14.5.06

La reina murió (o al menos debió morir) hace yo veinte años:

Durante estos meses de ausencia se me han escapado un montón aniversarios que sin duda alguna hubieran formado parte de las peculiares efemérides de inter shitty 2073. Los veinticinco años de la muerte de John Lennon, en diciembre. Los veinte años de la catástrofe de Chernobil. El ochenta cumpleaños de la reina Isabel... Ya saben, ese tipo de fechas que nos sirven de excusa para hablar de temas que, de otra forma, no vendrían mucho a cuento.

Para el primer post de esta "segunda época" he decidido rescatar una de estas efemérides. No es ninguna de las anteriores, pero tiene referencia con la última de las que he enumerado. Aprovechando que, además, me gustaría comenzar con unos cuantos post que versen sobre "motivos británicos", por motivos ya conocidos por ustedes, les invito a que viajen momentáneamente a principios de este año. Es entonces cuando podríamos decir. Hace veinte años, por estas fechas, se publicó The Queen is dead, la obra maestra de The Smiths.

La portada está extraída de un fotograma de la peli La muerte no deserta (protagonizada por Alain Delon)


The Queen is dead nace del regreso de la banda a Manchester, la que era su ciudad natal, en busca del refugio para llevar a cabo el proceso de creación de la cima compositiva más alta del binomio Morrisey/Marr. Todo ocurría un año después de la publicación del también maravilloso Meat is Murder, disco que llegaría al número uno de las listas de ventas en el Reino Unido, sin llegar a suponer un indiscutible punto de inflexión en la carrera de los Smiths como lo llegaría a ser el de la reina muerta. Aunque, no me cabe ninguna duda, que muchos de sus fans tendrían razones de peso para decir todo lo contrario. Yo, la verdad, no he tenido la suerte de conocer a demasiados fans de los Smiths. Y jamás a ninguno que diga que Meat is murder es el mejor disco. Pero haberlos, como las meigas, haylos. Digo yo. Un apunte al respecto, la sintonía de la cabecera de Embrujadas (esa serie) es una versión de baratillo del clásico smith How soon is now?, incluido en Meat is murder. No viene mucho al caso, pero la primera vez que lo descubrí me quedé de piedra. Fue una de esas ocasiones en que dentro de tu cabeza suenan al unísono "no puede ser verdad", "¿por qué?" e "hijosdeputa".


The Smiths en Manchester en aquellos maravillosos mediados de los 80

Es difícil despachar en un par de párrafos la clave de la grandeza de este disco. Y no voy a ser yo el que entre en generalidades para intentar resumir los sentimientos que despierta esta deliciosa colección de diez canciones. Porque el pop, o la música (más allá de un estilo en concreto, con sus limitaciones y clichés) contenida en este incunable es una experiencia que cada uno digiere como puede. El perdedor como héroe, la tristeza, la ironía, un humor más negro que el sobaco de un grillo, el duro invierno golpeando en las ventanas, la soledad, las patadas en los cojones que las circunstancias vitales te propinan regularmente, la necesidad de encontrar una escapatoria, una salida, la felicidad y otros sentimientos del adolescente envejecido como estos son parte esencial del espíritu de The Queen in dead. Al menos en lo que tiene que ver con la parte lírica, factura de Morrisey. Las melodías de Marr, por otra parte, tampoco ayudan a ver un rayo de luz, esperanza, una salida airosa.

Precisamente, veinte años después, todavía existe el debate de si la tristeza congénita, o melancolía, como ellos mismos lo definen, que arrastra cada tema de este excelso álbum es culpa de las composiciones musicales de Marr, que condicionaron las letras de Morrisey o, al contrario, es culpa de éste, con su voz, actitud y letras, que las melodías de Marr sonaran tristes. Hace años fue Morrisey el que puso la primera piedra de este debate afirmando que "sus palabras habían sido inspiradas por la tristeza de las melodías". En una entrevista reciente Marr comentaba lo siguiente: "Ambos reconocíamos la belleza de la melancolía. Solíamos hablar de ello. Acerca de la diferencia entre la depresión y la melancolía. Acerca de como la depresión es, sin más, inservible. Y, sin embargo, de como la melancolía es una emoción real y un lugar real, creativo, que abarca imágenes, música y creatividad que versan sobre el hecho de ser. Estás son cosas sobre las que discutíamos un montón. Yo suelo simplificarlo contando esta historia. 'Si bueno, ya sabes, es un sentimiento como tener la cabeza pegada a la ventana de un autobús en una mañana de un miércoles de noviembre con la lluvia cayendo, conduciendo a través de Manchester'. Eso era a lo que sonaban mis canciones porque me pasé un montón de tiempo haciendo eso. Así que yo creo que Morrisey y yo veníamos del mismo sitio. La melancolía expresiva". Aunque la explicación de Marr no deja de ser una empalmada de las grandes, personalmente me quedo con la figura de la ventana del autobús para describir, en parte, a qué suena este disco y lo que intenta trasmitir esa melancolía de la que habla Marr.



Para diseccionar este disco, canción a canción, casi necesitaríamos un post para cada una. Del divertido alegato republicano del tema que abre el disco, The Queen is dead, a la ironía de Big mouth strikes again; pasando por la profunda tristeza de I know it´s over, uno de mis temas preferidos; no encuentro ninguno desechable o de mero relleno. The Queen is dead es de esos disco en los que parece que cada palabra cuenta, en los que parece que hay un mundo de significados detrás de cada frase, de cada melodía.

El penúltimo corte, la archiconocida There´s a light that never goes out, es quizá el más significativo del los diez que conforman este discazo. No me molesto en traducir la letra:

"Take me out tonight, where there is music and there is people, and their young and alive.
Driving in your car. I never, never want to go home. Because I haven´t got one any more.
Take me out tonight, because I want to see people, and I want to see life.

Driving in your car. Oh please don´t drop me home
Because it's not my home, it´s their home, and I'm wellcome no more.

And if a double dekker bus crashes into us.
To die by your side it´s such a heavenly way to die.
And if a ten ton truck kills the both of us.
To die by your side, well the pleasure, the privilege is mine."

Para mí la letra es insuperable y destila perfectamente el espíritu Smith, por un lado, y del propio pop como estilo musical, por otro. Es un homenaje a todos los que alguna vez hemos sentido la necesidad de sentirnos vivos, comprendidos, parte de la multitud en alguna juerga nocturna en la gran ciudad. Todos los que alguna vez hemos necesitado que nos sacaran de una casa donde ya no éramos bien recibidos y que se había convertido en poco menos que una cárcel. Todos a los que, en alguna noche loca, no nos hubiera importado que un camión de diez toneladas o un autobús de dos pisos nos quitará la vida. Porque sería un punto y final, una bonita y romántica forma de morir, como las estrellas de cine, como James Dean, como Lady Di. Algunos recordaréis la sonrojante versión castellanizada de este tema, Hay una luz que nunca se pagará, cortesía de Mikel Erentxun; clarísima candidata a formar parte de la lista de diez versiones que jamás debieron ver la luz. Digna de un lapidamiento público como los de antaño.

Muérase de una vez, su majestad

Aquel año del señor de 1986, el principe Andrew se casaría con la incontenible Sarah Ferguson, Fergie. Diez años después, en 1996, Lady Diana haría las maletas, con lágrimas en los ojos, y comenzaría una nueva y corta vida en la soltería. Otros diez años más adelante la reina, como apuntábamos al principio, ha cumplido 80 años, convirtiéndose en la monarca británica más longeva de toda la historia. Lo de que la reina murió quedará como anécdota utópica de aquellos grises ochenta en los que Morrisey y Marr recorrían en coche las carreteras de Inglaterra en busca de copias remotas de algunos de sus discos favoritos. Solo podemos decir, no sin un poco de malicia, que veinte años después aquel sueño compartido por los Smiths y tantos otros hijos del tathcherismo en aquellos años, que veían y ven la monarquía como una institución que se debió quedar hace tres siglos con el antiguo régimen, queda mucho más cerca. Con el tiempo, la figura de Isabel II, con sus coronas y sus cetros, viviendo en la irrealidad que desprenden las cosas de palacio, será carne de libro de historia donde los niños se dedicarán a pintar bigotes y escribir bocadillos. Afortunadamente, todo lo que fue y es, lo que cuenta, lo que transmite y lo que sugiere The Queen is dead tiene hoy tanta vigencia como hace veinte años y, probablemente, para un determinado tipo de personas que en algún momento encontramos refugio dentro de estas canciones, no la perderá nunca.

8 Comments:

At 12:35 a. m., Blogger Horrorscope said...

Buff... los Smith son una de mis asignaturas pendientes, no porque no me gusten, ni porque no les haya escuchado, sino porque aún no me he puesto en serio con ellos; llevo años intentándolo pero nunca encuentro el momento. Gracias por el acercamiento.

Su regreso es sin duda algo muy grande.

 
At 1:51 a. m., Blogger lutxo said...

Los Smith son de esos grupos a los que se ama u odia, supongo. Porque tienen una personalidad muy definida. Las letras, las melodias, la voz de Morrisey... Pero merecen una oportunidad.

Ustedes hacen de mi regreso algo muy grande.

Un abrazo grande, Horror, como en los viejos tiempos.

 
At 6:16 a. m., Blogger Horrorscope said...

No, si yo lo que he oído de los Smith me ha encantado; pero el caso es que aún no me he puesto a indagar en su música, y debería haberlo hecho desde hace un buen tiempo.

Otro abrazo de parte de los viejos tiempos.

 
At 10:53 a. m., Blogger Mycroft said...

El único disco definitivo e incontestable de los Smith(el otro que me encanta, louder than bombs, era recopilatorio para el mercado de EE.UU.)...como usted dice, esto son palabras mayores, y I know it´s over es una de las canciones más tristes de la historia...
Ya sabe, algunas chicas son mejores que otras...

 
At 10:07 p. m., Blogger lutxo said...

Y algunas madres de algunas chicas son mejores que las madres de otras chicas... jejeje... Hay veces que oir I know it´s over hace daño y todo de lo triste que es. Es un tema enorme...

Por cierto, han oido lo ultimo de Morrisey?

Horror, hágase con The Queen is dead cuanto antes. Y si puede, también con algún recopilatorio; porque hay singles como Last night I dreamt that somebody love me que no encontrará en los discos y que son imprescindibles.

Un abrazo para ambos

 
At 10:41 a. m., Blogger Mycroft said...

Me gustó mucho más el anterior disco de morrissey con temas como first of the gang to die, el último salvo dear god please help me no me ha llamado la atención.
Falta repescarlo a base de reescuchas...

 
At 12:39 p. m., Blogger Antonio said...

Rebienvenido a la blogoesfera, caballero

 
At 5:35 p. m., Blogger lutxo said...

Me apunto su sugerencia, mycroft... A veces soy un poco vago y me da pereza escuchar algunos discos si no conozco a alguien que me diga que merezcen la pena. Así de torpe soy.

Un abrazo para usted y otro igual de grande para txolo. Gracias amigo, nos vemos en Guaschibo, me encantó su revisión de los Goonies.

Por cierto ¿Alguien sabe por qué no aparencen sus fotos en estos comentarios? Con lo divertidos que están Horror y Mycroft... maldita sea!

 

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