¿Se acuerdan de Granujas a Todo Ritmo?
Ha muerto Robert Wise, director de Sonrisas y Lágrimas y West Side Story. Pese a que un servidor nunca fue muy aficionado del género musical no puedo negar la influencia que estas películas han ejercido en la cultura popular. Por no obviar su capital importancia dentro de este género clásico del séptimo arte. ¿Quién no se ha emocionado algunas navidades con las desventuras de la acaramelada familia Trapp? ¿Quién no ha cantado alguna noche de locura esa mítica del "yo tengo un tio en Américaaaa"? Wise ha sido un director mítico de musicales míticos. Ya digo que uno no es seguidor ni amante del musical, pero quiero homenajear humildemente a Wise. Después de todo, no todos los directores de musicales pueden decir que cuentan entre sus dos títulos principales a una película de nazis y otra de bandas callejeras.
En inter shitty 2073 el único homenaje que un servidor le puede ofrecer a Wise es a través de una película que no pertenece a su filmografía, pero que comparte género con títulos más clásicos. Mi musical preferido desde pequeño, The Blues Brothers, dirigida por John Landis en 1980. Unos tipejos, estos hermanos Blues, que pusieron de moda el atuendo de pantalones, americana y corbata negras, y camisa blanca, mucho antes que Reservoir Dogs.
The Blues Brothers son la pareja artística formada por John Belushi (Jake Blues) y Dan Aykroyd (Elwood Blues). Estos dos populares actores hicieron, durante unos pocos años, sus pinitos en el mundo de la música como vocalistas de una banda que recuperaba viejos clásicos de la música negra. En este film de Landis un puñado de fantásticos músicos acompañan al dúo protagonista. Enumerémoslos. Steve Cropper y Matt Murphy a las guitarras, Duck Dunn al bajo, Murphy Dunne al piano, Willie Hall a la batería, Lou Marini y Tom Malone se reparten los saxos y Alan Rubian hace las veces de trompeta. Ocho músicos y dos vocalistas que dan color y calor a una estupenda banda sonora donde también aparecen personajes Clásicos, con mayúsculas, de la música negra del siglo XX.
Los featurings, colaboraciones o cameos musicales de The Blues Brothers son irrepetibles, inigualables, sublimes... Ray Charles, que ya era muy conocido antes de que se hiciera una película sobre su vida. La mágica Lady Soul, Aretha Franklin, que interpreta su clásico Think cuando la pareja de hermanos visita el bar que la dama regenta. James Brown, que presta todo su feeling funk al tema gospel The Old Landmark. Cab Calloway, acompañado por la banda, narra la mítica historia de Minnie the Moocher. Y, aunque no aparezca en la banda sonora, el mítico John Lee Hooker aparece de refilón en una esquina de un barrio negro tocando su clásico del 61 Boom Boom Boom. Como ven, lo mejorcito de varias generaciones de músicos negros de diferentes estilos se dan cita junto a Jake, Elwood y el resto de la banda, en un filme que ya es histórico por el mero hecho de contar con ellos.
Granujas a todo ritmo fue el absurdo título que recibió en nuestro país la película protagonizada por los falsos hermanos más conocidos de la música de finales de los 70, principios de los 80. Una pequeña gran película llena de sentido del humor, música fantástica, persecuciones y desfase. Todo comienza el día en que Jake Blues sale de la cárcel. Cumpliendo una promesa hecha años atrás, los hermanos Blues se acercan hasta el orfanato donde crecieron para saludar a las monjitas a las que martirizaron durante tantos años. Por supuesto, la promesa consistía en visitar a las hermanas cuando alguno de los dos hermanos saliera del talego. Nadie mejor que John Belushi, por cierto, para interpretar el papel de hermano ex presidiario.
En su visita los hermanos se enteran de que el orfanato donde vivieron tantos años está a punto de cerrarse. Las arcas están vacías. Y, como son tan buena gente, se decidirán a recuperar su antigua banda para recaudar el dinero suficiente para mantener el orfanato abierto. Uno por uno, los hermanos irán recuperando a sus antiguos colegas granjeándose, de paso, una serie de enemigos que les perseguirán durante toda su "misión divina". Y, el resto, lo tienen que ver ustedes. Sólo les adelanto que no falta de nada. Ni las juergas, ni la destrucción, los restaurantes de lujo, los barrios bajos o los garitos de música country, de esos que tienen una malla metálica para proteger a los músicos de los arrebatos y las botellas del respetable. Por no faltar, no faltan ni los nazis, como en Sonrisas y Lágrimas. Eso sí, los nazis de Illinois. Porque, claro, la película está rodada en la fría Chicago.
De la pareja que formaban estos dos tipejos destaca el desaparecido John Belushi. Ustedes lo recordarán en otros filmes como 1941, uno de los fracasos comerciales de Spilberg, o Desmadre a la americana, donde interpreta un personaje que siempre se me ha antojado bastante parecido al Belushi real. Spilberg dijo de él que era un tipo maravilloso, pero que no volvería a trabajar con él. El mayor de los hermanos Belushi arrastró durante sus años de éxito una merecida fama de juerguista que le acompañaría hasta su prematura muerte. Por lo visto, sus noches de juerga eran de las que creaban afición. El orondo showman fue mítico por sus desfases de drogas, alcohol y mujeres. Hasta que murió de sobredosis provocada por una mezcla letal de heroína y cocaína, mixtura conocida como speedball en argot callejero.
Seguro que Dan Aykroyd les suena mucho más. No por figurar en grandes repartos. Sino, más bien, por haber sobrevivido a su hermano ficticio. Los Caraconos, que recuerde, junto a Los Cazafantasmas, son sus películas más reseñables. Hace unos años The Blues Brothers tuvo una secuela con The Blues Brothers 2000. El que esto escribe no la ha visto. Pero imagino que, como muchas otras secuelas, merece ocupar un puesto en el baúl del olvido. No puede funcionar la cosa sin John Belushi. Ni aunque lo sustituyan dos personajes: su hermano James y John Goodman. Ya saben Hollywood, explotan las modas pasadas a falta de buenas ideas.
Por cierto, me he enterado a última hora que la banda sonora de The Blues Brothers fue elegida por los británicos como la mejor de todos los tiempos en una encuesta llevada a cabo por la BBC. Con el 19 % de los votos. Un punto porcentual más que la soundtrack de Pulp Fiction. Si les interesa, consulten la lista aquí.
Anímense y disfruten de una merecida revisión de este musical clásico y gamberro. Música y carcajadas a partes iguales.
posted by lutxo @ 6:51 p. m.
6 Comments:
Sin duda todo un clasicón en mayúsculas. Es una pequeña gran película que me ha entretenido como pocas y que no me cansa en ninguna revisión que haya podido hacer.
Respecto a "Blues Brothers 2000", pues eso, una patraña.
Saludos.
Gran Clasico
Belushi, si hubiera vivido más, hubiera rivalizado con Dios(es decir con Bill Murray)
Comprendo que reventara, en una nochevieja contemple a un gafapasta loco que se había metido speedball...parecía la niña del exorcista mezclada con el robert downey más druggo, algo increible...
En mis momentos de desespero psíquico, como terapia personal, aprovecho para escuchar James Brown y, en el pequeño recibidor de mi domicilio, doy unas piruetas mortales a modo de Belushi.
Divertidísima película, acertaste de nuevo Perrolutxo.
Me alegro de que las reacciones hayan sido unánimes. Horrorscope, yo también he podido ver la peli un millón de veces, cuando era crío (la tenía en VHS). Pero la última revisión hace poco, la disfruté como la primera.
mycroft, coincido con tu apreciación. Belushi es grande como Murray. Dios mio, que buenos momentos me ha hecho pasar ese hombre...
Spaulding, cuando el remake de BLues Brothers se ruede en Barcelona estoy seguro que usted será el doble de Jake. Sólo espero que no le toque otra escena de alto contenido sexual como con el Perfume... lo digo por su matrimonio... jejeje Como terapia, la verdad, me parece fantástica.
Doctor, usted siempre me mira con buenos ojos. Se lo agradezco. ;D
Un saludo a todos!!
Por cierto, mycroft, algun dia nos tiene que contar esa nochevieja...
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