!DOCTYPE html PUBLIC "-//W3C//DTD XHTML 1.0 Strict//EN" "http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-strict.dtd"> inter shitty 2073: Lógica catódica #02: Influjos e influencias

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El blog las verdades relativas, las reflexiones estúpidas y las referencias idiotas. Donde las cosas se aprenden desordenadamente.

11.7.05

Lógica catódica #02: Influjos e influencias

La prisa por llenar mi flamante blog de referencias y reflexiones casposas e innecesarias me llevó el día de ayer a cometer un error de bulto. Para un autoconfesado friki como el que os habla resulta una falta de modales no mentar pertinentemente a mis ídolos y/o mentores antes de fusilar sus ideas, teoremas y estilo. Así, no sé cómo he podido comenzar mi sección Lógica catódica sin hacer una previa mención de todo un estudioso de la materia. Me refiero a Fausto Fernández que, por fortuna para unos pocos, pergueñó hace unos años el fantástico "Telebasura española", libro que desnuda cronológicamente, programa por programa, ese amplísimo concepto al que hace referencia su título.

Entre las muchas virtudes que Fausto, al cual no tengo el gusto de conocer personalmente, destila a lo largo de las páginas de este fantástico manual podríamos citar su especial atino en señalar esos pequeños o grandes detalles que dibujan la delgada línea que separa lo simplemente rancio del trash más genuino, la caspa más castiza. "Telebasura española" es un hilarante recorrido histórico por los tiempos más oscuros de la teleproducción española, que se remontan hasta nuestros días. En concreto hasta el año 97. Año que da para todo un epílogo bajo el título de "un año de basura acumulada". Nuestro amigo debe de andar, a estas alturas, tirándose de los pocos pelos que le quedarán en su humeante cabeza por no haber esperado unos años más en publicar esta irrepetible e ignota joya. A día de hoy "Telebasura española" duplicaría seguramente su número de páginas. Y es que este último lustro y medio ha dado para mucho en lo que a telebasura se refiere.

Como las mejores golosinas contraculturales de estos últimos cincuenta años sirve a partes iguales para la reflexión y el descojono. De quitarse el sombrero, vaya. No faltan las imprescindibles fotos, herencia de años de suscripción del autor a Teleindiscreta. Tampoco un regustillo de lección histórica narrada desde la sabia e incomprendida voz de la ya mentada contracultura. No sé que hubiera sido de mí sin las valiosas lecciones televisivas que Fausto ha sabido hacerme llegar. Nadie como él para hacernos llegar a los jóvenes de la "generación Y" las controvertidas figuras de ídolos catódicos del rasero de Alfredo Ameztoy o Tico Medina. Por ello dejo, a modo de homenaje, esta entrada en mi tercer día como blogger, haciendo especial hincapié en que toda esta serie de lametones son totalmente desinteresados ya que ni tengo el gusto de conocer a la mente enferma de Fausto ni, de momento, su editorial me paga para hablar bien de sus libros.

Me quedaré con una reflexión de la nota final de esta obra que refleja el contrastado y reiterado carácter sesudo de su autor. La televisión vive inmersa en el día de la marmota y nosotros somos indefensos Bill Murrays incapaces de escapar del hipnótico reflejo azulado de las 625 líneas. Cambian las caras, los decorados y ciertos motivos superficiales acordes con la moda de turno (a veces ni eso); pero las fórmulas siguen siendo las mismas. Nadie innova en televisión. Y menos si hablamos de producciones españolas. "Las televisiones han descubierto las cintas sin fin", asevera Fausto. Razón no le falta viendo que, por ejemplo, el formato Operación Triunfo (tan de moda ahora) se inventó hace muchos años antes que la Trinca se hubieran puesto manos a la obra (a "trincar", se entiende) y que a Bisbal le hubiera aparecido ni uno de sus odiosos bucles. Así es la televisión. Sus programas se repiten sin piedad para desgracia del desmemoriado y malacostumbrado telespectador. Se mete una cámara donde antes ni se pensaba que pudiera caber, guirnaldas por aquí, unas tetas por allá y santas pascuas.

Dicho esto os aviso que la sección ayer inagurada, de nombre "Lógica Catódica", debe mucho de esta obra de la que, sin el consentimiento explícito de su autor, me valdré, en alguna ocasión, para continuar ilustrando la realidad de este invento del diablo...

("Telebasura española" es, por desgracia, lo único he leido del autor. Tamaña obra, por cierto, no debió vender ni un centenar de copias en su día. Recuerdo una reseña suya en una desaparecida revista musial allá por el 98. Hasta el año pasado, sin embargo, no pude hacerme con él, una flamante copia de su primera edición. Lo encontré sujetando la pata de una mesa de un stand del Salón del Comic de Getxo, como le pasa a tantas obras relegadas a la marginación. Me costó tres míseros euros (el precio de un café y un pincho de tortilla en cualquier taberna vasca). Si os interesa os diré que el libro en cuestion forma parte de la biblioteca del Dr. Vértigo ("la colección que despeja incógnitas"), de la editorial Glénat. La verdad sea dicha no tengo ni puta idea del la situación a día de hoy de la editorial en cuestión ni de la mentada colección que, creo, vió la luz a mediados o finales de la pasada década y recogía todo tipo de temas de la mayor altura freak. Me imagino que os podréis tropezar con ejemplares de esta rara avis y otras de la misma calaña en convenciones de frikis como la mentada antes. Muy recomendable.)

4 Comments:

At 3:38 p. m., Anonymous Anónimo said...

Intentaré hacerme con él, tiene una pinta interesante cuanto menos.

 
At 9:15 a. m., Blogger Tretolari said...

Para un ignoto de la television actual y como sujeto que mamo tanto de ella que se empacho remarco que ese bucle sin fin en el que se ha convertido la television esta muriendo lentamente y como las bombillas antes de apagarse brilla con mayor intensidad no en calidad sino en cantidad desmesurada de despropositos y ponzoña cienagosa.
Pasadme su certificado de defuncion que os doy un autografo.

 
At 3:50 p. m., Blogger lutxo said...

Haría usted bien en pillárselo, horror... Es muy divertido. Lo peor es dónde encontrarlo.

Es usted un poeta, tretolari.

Perdonen que tarde en responderles estos comentarios, pero como son post de hace tiempo no lo compruebo. Menos mal que el email me chiva que andan ustedes por aquí

 
At 5:10 a. m., Anonymous Anónimo said...

A ese libro le hecho de vez en cuando un ojo, sin embargo le tengo más cariño al de mi paisano Toñito Blanco en esa misma editorial, Television de Culto. Son los libros de Dr Vertigo una de los primeros vehiculos para el conocimiento pajero (La noche de los sexos violentos, el de Spaghetti Western...) Lástima que no se haya hecho la prometida segunda parte del libro de Jordi Costa. YO creo que esa coleccion no les salia rentable y se olvidaron de ella, pues desde hace como 2 años no se publica nada.

 

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